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Aquello que buscas está arriba de la nariz, en medio de las cejas.

domingo, 12 de enero de 2014

Impresiones por Lina S. Silva

Se me olvida la nostalgia cuando de bocas traes. 
Se me agota el sol cuando fundes Luna. 

Es posible recordar sabores. Dicen que no, pero yo creo que sí. No recuerdo, empero, el sabor de sus labios y sí el de su pelo. En mi memoria se adjunta el olor a cigarrillo, aún así, el gusto a Malboro en su boca, no. Ni en la de él ni en la suya. Algo insólito, como si el momento venciera mi repudio a la nicotina. Cosas pasan. 

Primera impresión: miro en el calendario y no me hace efecto la fecha
Me hace falta el duelo, me hace falta sentir que añoro soledad. Nunca la he encontrado y, ahora que lo pienso, prefiero que se quede así. 
Todas las consideraciones surgen como agujas en el bus. Siento que mis palabras carecen de compromiso y hoy pienso que escribir detrás de un baño público es mera falacia. Bogotá me hace insensible, más pequeña y callada.

Segunda impresión: Primero tuve una impresión, y luego me doy cuenta que ya no impresiono a nadie.

Como un beso de ayer que no recuerdo. La televisión está muy alta y los olores, opulentos. Demasiado barroco, demasiados museos, pocos libros, más libros para que me exaspere. Más música. Muchas preguntas, pocas respuestas. Mejor. Buena noche para todos. Buen viento y buena mar.

Lo más común de todo es su nombre y su manera de andar, haciéndome pensar que su mundo es perfecto, que su parte es sagrada y su sonrisa inexacta ¡Qué manía la del poeta perdido¡ Escribe rápido para ganarle al consciente pero el subconsciente sólo rige en sueños, donde el poeta no puede llevar lápiz ni papel. Debe, entonces, resignarse a los soplos que del feroz viento quedan al despertar, y es ahí, al despertar y justo antes de morir, el poeta se sienta a escribir.

Encontraré una mejor manera de venderme, una que no implique regalarme. Tercera impresión: que puta soy.