Alguna vez no fue perfecto, alguna vez leyó a Cortazar y no lo entendió. Pero fijo sabe francés y por lo menos no se exaltaría con la melosería de Rayuela. Ya habría identificado a su Maga y a su Pola, y fijo ninguna era yo. Preferiría ser el punto, preferiría ser la coma, tan presentes y olvidados para muchos (¿Para él también?) Como la coma estoy ahí, estaría ahí: presencia constante y olvidada, mas necesaria para entender la trama que protagoniza.
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