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Ella se desliza en su cama y te piensa. No como a un suspiro acongojado, ni como a esa frase que alivia mil penas. Te piensa como algo irracional, y se pregunta si existe la existencia, si ve visiones o no interpreta interpretaciones. Eres una figura fantasmal que recoge sospechas
Y llegaste justo antes de cerrar las puertas del amor.
Ella te detalla en sueños,
Su mente es tan profunda que logra percibir tu aroma desconocido, tan tuyo.

Son tan ciertos sus sueños
En los que ustedes se encuentran agarrados de la mano empezando una conversación de conocidos íntimos….y callas (cansado de callar en el mejor instante)… pero ahora están bajo ese cielo estrellado que siempre quisiste compartir. No hay palabras, y ella te mira a los ojos y observan un atardecer…un amanecer cotidiano, que ella nunca hubiese amado si no fuera por ti y tu infinita presencia, por ese río que les ladra y esos árboles…en el bosque les cantan. Todos esos paraísos artificiales a lo que siempre llegas cuando estas con ella, sin embargo, los ves ahora pero cuando despiertes no los recordarás. Viven sólo en la memoria de ella. Triste y alegre al verte en el día cuando tus oídos no quieren escuchar las historias que ella narra y tu solo asientes…Asientes con indiferencia, pero para ella todo lo tuyo es un regalo, un agasajo, una conmoción. Eres su paisaje en las medias relojes, eres la medida y ¡NO! Más bien no eres nada y lo eres todo. No quiere condicionar tu infinidad. Latidos al viento, y leven las pasiones que zarpaste sin darte cuenta de tu falta de percepción.