A través de los años, siendo parte de los que se podría denominar "nuevas generaciones", hemos recibido un gran legado cultural del que debemos sentirnos orgullosos. Recibir éstos aportes latinoamericanos en el ámbito literario es un privilegio, y más aún de un poeta y ensayasita de renombre como Octavio Paz Lozano ¡Pero que nombre más bello!
Éste mexicano tan distinguido representa para América del Sur los versos e ideas más agraciados. Valorar sus dotes intelectuales es una labor patria.
Gracias a su alto calibre ideográfico el 10 de diciembre de 1910 se sumó un Nobel más a la colección latinoamericana y un primer Nobel a la alacena mexicana.
Su atractivo poético tiene pizcas de influencia oriental, recuerdos infantes y de ese mundo contemporáneo, que vive al ser un poeta vanguardista tardío, o también llamado posvanguardista. Por otro lado, sus ensayos poseen alusiones a la cultura mexicana y ciertas comparaciones con la oriental. Todo esto con un motivo social.
Y retomo, que hermoso es Octavio...que bello eres, hoy millones de mexicanos te admiran, otros más latinoamericanos te veneramos...
El hecho de que sus escritos ayuden a identificar nuestra literatura implica un gran rigor al escribir, haciéndolo con tinta latina. Afortunadamente, todo ese vigor fue galardonado por medio de reconocimientos como el Águila de oro, el Miguel de Cervantes, el Alfonso Reyes, entre otros.
Sus poemas son varios, y aunque sus ensayos representan una cantidad más extensa, Octavio es más popular como poeta....Así "bajo tu clara sombra" aguarda quien desea ser iluminado por la brillantez de tus versos...sólo para ver si logras dar un suspiro para "acabar con todo" y terminar cantando a esa "luna silvestre".
No creo que nazca un 31 de marzo en Ciudad de México otro Octavio Paz, ni allí, ni en cualquier otro lugar de hispanoamérica. Nacerán "Felipes", "Camilos", "Renatas". etc, que sabrán apoderar tanto valor que salta por este continente, tan bien como lo hizo Paz.
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